Centro de Psicología Puri Gorritxo

Pide cita

687 000 650

También en Youtube

Blog

Claves para empezar bien el curso

Hay tres ideas fundamentales para tener éxito en el curso que empieza: querer estudiar, saber organizarse y saber estudiar.

 

1.- Querer estudiar. El decir “sí quiero” es el primer factor de éxito en los estudios. Es estar suficientemente motivado para atender en clase y luego, hacer los deberes que correspondan en casa.

 

2.- Organizarse bien. Es súper importante, saber cuál es el momento que dedicamos al descanso, aficiones… y cuál es el momento, bueno, de calidad para estudiar, hacer deberes...  Conviene apuntarse solo a aquellas actividades extraescolares que realmente nos interesen (sin llenar las tardes con un cúmulo de extraescolares).

 

3.- Saber estudiar, tener un método adecuado de estudio.

 

 

1.- Querer estudiar, decir “sí quiero”.

 

Muchos alumnos ven el estudio como algo que tienen que hacer sí o sí, como una obligación externa, “es un rollo”…  y siempre lo dejan para lo último, se estudia para el examen de víspera...

 

Podemos cambiar esa motivación externa por otra interna en el que seas tú el protagonista y actor principal de tu historia, en el que te animes a invertir en ti mismo.

 

Hay muchas empresas que pagan cursos de formación a sus empleados. Teniendo en cuenta el enfoque económico de las mismas, no invertirían si no fuera un valor positivo, ¿no te parece?

 

2.- Organizarse bien.

 

Muchos alumnos prolongan el verano hasta bien entrado octubre y cuando se dan cuenta ya se les ha echado la primera evaluación o interevaluación encima.

 

Como resultado, hay muchos suspensos al comienzo de curso que luego cuesta levantar. Hacer esto es un error.

 

Se puede dividir la tarde en diferentes momentos. Uno y el primero, para descansar del madrugón de la mañana, de todo lo hecho en clase. Otro, para hacer esa extraescolar que quieres hacer y aquí, dosifica por favor, no cojas más de una o dos actividades para no sobrecargar la tarde.

 

Y también hay otro momento para hacer los deberes, para aprender… Averigua cuál es tu mejor momento y respétalo. El marcarse uno mismo un horario va a ayudar a crear una rutina, casi sin darte cuenta habrás cogido un hábito, lo harás automáticamente.

 

3.- Saber estudiar.

 

Esto pasa por lo siguiente:

 

Atención en clase: Es el 50% del estudio. Si te cuesta mantener la atención, toma notas de lo que se dice, así estarás más centrado, te sonará todo más y cuando vayas a casa, te resultará más fácil estudiarlo.

 

Lectura: rápida, para ver de qué va el tema, y atenta, detenida para entender. Si has prestado atención en clase, sabrás qué es lo importante que ha dicho el profesor.

 

Subrayar lo importante,  ejercicio de mente más que de mano, hacer un resumen… decir en voz alta y por último, repasar.

 

Si falta alguno de estos pasos el estudio es incompleto  y puede haber problemas del tipo  “me bloqueo”, “me quedo en blanco”, “tengo mala memoria”…

 

Seguir estos pasos ayuda a la comprensión y retención.

 

Os recomiendo poner unas gotitas de aceite esencial de romero al estudiar en el radiador, porque éste ayuda a mejorar la atención, memoria y concentración.

 

Por último, recordad que:

 

Nada se aprende si no se comprende.

La mente es asociativa, es importante relacionar el material.

Actitud positiva, entusiasmo y éxito son inseparables.

 

Conviene que el alumno vaya trabajando solo en la medida de lo posible porque así,  indirectamente, le mandamos mensajes de que “es capaz” de hacerlo por sí mismo, él solo, y esto es un refuerzo positivo, gusta mucho y le anima a seguir por aquella dirección, se responsabiliza de sus estudios y llega a ser autónomo académicamente hablando.

 

Es frecuente que cuando el niño es pequeño, alguno de los padres le ayude a hacer los deberes habitualmente y luego, este hábito se queda, permanece y nos encontramos con que el niño solo puede hacer los deberes si tiene a su madre o padre pegadito a él, con todos los problemas que ello genera.  Es aconsejable que sean ellos, desde el inicio, los que hagan sus deberes, en su habitación, su mesa… Y que los padres sólo estén para ayudar y aclarar sus dudas.